3b - Almacenamiento y recuperación de acuíferos
Recarga del acuífero
Incluso el proyecto San Juan-Chama, que extraerá del Río Grande el agua asignada a Albuquerque, necesitará el acuífero como suministro de reserva en tiempos de sequía.
Por desgracia, no siempre podemos contar con el agua de San Juan-Chama. Habrá años de baja escorrentía en las montañas. Habrá años de sequía, y nadie puede predecir los efectos a largo plazo del cambio climático. Por eso el acuífero seguirá siendo siempre una cuenta de agua crítica, nuestro as en la manga. Por eso tenemos que protegerlo y reponerlo.
La estrategia de gestión de los recursos hídricos de la Autoridad del Agua prevé una serie de medidas para garantizar la salud del acuífero a largo plazo y evitar el hundimiento de la superficie del suelo que puede producirse cuando los acuíferos se bombean en exceso. Estas medidas incluyen la supervisión periódica de los niveles del acuífero y la identificación y protección de las zonas de recarga natural del acuífero para garantizar la máxima recarga y evitar la contaminación del acuífero.
Sin embargo, de forma más ambiciosa, la Autoridad del Agua inició en 2007 un programa piloto de almacenamiento y recuperación de acuíferos, en el que se vertió una pequeña cantidad de agua de San Juan-Chama en el arroyo del Cañón del Oso y se hizo un seguimiento para ver si llegaba al acuífero. los resultados fueron positivos, y la Autoridad del Agua está avanzando en sus planes para recargar el acuífero a mayor escala.
Esperamos devolver al acuífero hasta 40.000 acres-pies en los dos primeros años. Después, seguiremos añadiendo agua purificada de San Juan-Chama al acuífero, principalmente durante los meses de invierno, cuando la demanda es baja".